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El Departamento de Salud y Calidad de Vida, dependiente de la Dirección General de Bienestar Universitario, en colaboración con la División de Enfermería y Prevención en la Salud nos acercamos a la comunidad educativa a través de distintas temáticas de salud.
En esta oportunidad contamos con el aporte de la Lic. Laura Bellini (MN: 69551), Enfermera de la mencionada División de Sede Central Luján de nuestra casa de altos estudios quien nos acerca información sobre ICTERICIA.
La Ictericia es la coloración amarillenta que presenta el recien nacido (RN) dentro de las primeras 48 hs de vida hasta los 5 días, debido a un aumento de la bilirrubina, que se acumula tanto la piel, como el paladar y la conjuntiva toma este color característico.
A que el hígado no puede procesar de manera eficiente los glóbulos rojos a medida que estos se descomponen.
El tratamiento consiste en cuidados especializados y seguimiento continuo, por lo que se lo hospitaliza en la UTIN, se lo trata con luminoterapia y dependiendo de la gravedad con Fenobarbital, anticonvulsivante, que se lo usa a modo de calmar la ansiedad del bebe (poco frecuente utilizado).
Es la radiación de luz sobre la piel expuesta desnuda del bebe con solo un pañal que cubra la cola y genitales.
Por la orina, la materia fecal, el sudor y las lágrimas.
Si no se la trata puede produce calcificaciones en el cerebro, esto es un trastorno en el cual el calcio que entra en el cuerpo y que es absorbido generalmente por los huesos y los dientes se deposita en esta área del cuerpo provocando confusión, letargo y fatiga.
La causa más común está relacionada con la falta de alimentación del bebe y la constipación.
Dado el alta, en las primeras 24 hs, se realizan análisis de laboratorio, si los valores no aumentan se le da el alta definitiva, de lo contrario reingresa a la UTIN para continuar con el seguimiento.
La Ictericia raramente se da en adulto, en estos casos, es debido a complicaciones hepáticas que impiden que el hígado funcione o evitan que trabaje bien.
La ictericia dura entre dos y seis semanas.
Por eso es importante que en los bebes se realicen los controles pediátricos ante una sospecha de coloración amarillenta o que el bebé no se esté alimentando correctamente puedan recurrir al pediatra de cabecera rápidamente.
En adultos alimentarse adecuadamente, hacer actividad física, evitar el estrés, son medidas preventivas de esta enfermedad.