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Tema semanal - ¿Cómo mantener sano el corazón?

TEMA SEMANAL
¿CÓMO MANTENER SANO EL CORAZÓN?

 

Desde el Departamento de Salud y Calidad de Vida, dependiente de la Dirección General de Bienestar Universitario, en colaboración con la División de Enfermería y Prevención en la Salud acercamos a la comunidad abordando distintos temas vinculados a la salud. En esta oportunidad contamos con el aporte de la Lic. Susana Sciarrotta (MN: 67199; MP 2732), Enfermera de la mencionada División de la Sede Central Luján de nuestra casa de altos estudios, quien nos acerca información y nos invita a reflexionar sobre este tema.
La enfermedad cardíaca es una de las principales causas de muerte, pero no es inevitable. No se pueden cambiar algunos factores de riesgo como: los antecedentes familiares, el sexo y la edad.  Pero a pesar de ello hay muchas maneras de reducir el riesgo de enfermedad cardíaca, comienzando con estos siete consejos para mejorar la salud de tu corazón:

1. No fumes ni consumas alcohol: Una de las mejores cosas que puedes hacer por el corazón es dejar de fumar o de usar tabaco sin humo. Incluso si no fumas, evita el humo de segunda mano. Las sustancias químicas del tabaco pueden dañar el corazón y los vasos sanguíneos. El humo del cigarrillo reduce el oxígeno en la sangre, lo que aumenta la presión arterial y la frecuencia cardíaca porque el corazón tiene que trabajar más duro para suministrar suficiente oxígeno al organismo y al cerebro. No importa cuánto tiempo o qué cantidad de cigarrillos hayas fumado, comenzarás a obtener recompensas apenas dejes de fumar

2. Muévete; intenta hacer al menos 30 a 60 minutos de actividad al día: La actividad física regular y diaria puede reducir el riesgo de tener enfermedades cardíacas. La actividad física ayuda a controlar el peso y a reducir las probabilidades de que se presenten otras afecciones que pueden suponer una carga para el corazón, como la presión arterial, el colesterol alto y la diabetes tipo 2. Incluso los periodos más cortos de actividad física ofrecen beneficios para el corazón. Moverse solo cinco minutos puede resultar útil. Sin embargo, podrás ver mayores beneficios si aumentas la intensidad, la duración y la frecuencia de los entrenamientos.

3. Una dieta saludable para el corazón: Un plan de alimentación saludable puede ayudar a proteger el corazón, mejorar la presión arterial y el colesterol, y reducir el riesgo de tener diabetes tipo 2. Un plan de alimentación saludable para el corazón incluye lo siguiente:

  • Frutas y verduras
  • Porotos u otras legumbres
  • Carnes y pescados magros
  • Productos lácteos bajos en grasas o sin grasa
  • Cereales integrales
  • Grasas saludables, como el aceite de oliva.

Limita la ingesta de los siguientes productos:

  • Sal
  • Azúcar
  • Hidratos de carbono
  • Alcohol
  • Grasas saturadas (que se encuentran en las carnes rojas y en los productos lácteos enteros) y grasas trans (que se encuentran en las comidas rápidas fritas, en las papas fritas y en los productos de panadería).

4. Mantener un peso saludable: Tener sobrepeso, especialmente alrededor de la cintura, aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardíacas. El exceso de peso puede llevar a afecciones que aumentan las probabilidades de desarrollar cardiopatías, incluidas hipertensión arterial, colesterol alto y diabetes tipo 2.
Una manera de ver si tu peso es saludable es calcular tu índice de masa corporal (IMC), el cual utiliza tu estatura y peso para determinar si tienes un porcentaje saludable o no de grasa corporal. Un índice de grasa corporal de 25 o más se considera sobrepeso y generalmente está asociado con un colesterol más alto, una presión arterial más alta y un mayor riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.
La circunferencia de la cintura también puede ser una herramienta útil para medir la cantidad de grasa abdominal que tienes. Tu riesgo de enfermedad cardíaca es mayor si la medida de tu cintura es mayor que:

  • 101,6 centímetros para el hombre
  • 88,9 centímetros para la mujer

Incluso una pequeña pérdida de peso puede ser beneficiosa. Reducir tu peso entre un 3% y un 5% puede ayudar a disminuir ciertas grasas en tu sangre (triglicéridos), disminuir tu nivel de glucosa sanguínea y reducir tu riesgo de diabetes tipo 2. Perder aún más ayuda a reducir la presión y el nivel de colesterol en la sangre.

5. Sueño de buena calidad: La falta de sueño puede hacer más que hacerte bostezar; puede dañar la salud. Las personas que no duermen lo suficiente tienen un mayor riesgo de obesidad, presión arterial alta, ataque cardíaco, diabetes y depresión.
La mayoría de los adultos necesitan por lo menos siete horas de sueño cada noche. Establece un horario de sueño y apégate a él yendo a la cama y despertándose a la misma hora cada día. Mantén tu dormitorio oscuro y silencioso para que sea más fácil dormir. Si sientes que has estado durmiendo lo suficiente, pero todavía estás cansado durante todo el día, pregúntale al médico si necesitas una evaluación para determinar si tienes apnea obstructiva del sueño, una afección que puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca.
Los signos de apnea obstructiva del sueño incluyen ronquidos fuertes, dejar de respirar por períodos cortos durante el sueño y despertarse jadeando en busca de aire.

6. Controla el estrés: Algunas personas lidian con el estrés de manera poco saludable, como comer en exceso, beber o fumar. Encontrar formas alternativas de controlar el estrés, como la actividad física, los ejercicios de relajación o meditación, puede ayudar a mejorar la salud.

7. Preséntese a exámenes médicos regulares: La presión arterial alta y el colesterol alto pueden dañar tu corazón y tus vasos sanguíneos. Pero sin hacerte los análisis, probablemente no sabrás si tienes estas afecciones. La evaluación regular puede indicar cuáles son tus números y si necesitas tomar medidas.

  • Presión arterial. Los exámenes regulares de la presión arterial por lo general comienzan en la niñez. A partir de los 18 años de edad, debes medir tu presión arterial por lo menos una vez cada dos años para detectar la presión arterial alta como factor de riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.

Si tienes entre 18 y 39 años y tienes factores de riesgo para la presión arterial alta, probablemente te harás una prueba una vez al año. A las personas de 40 años de edad y mayores también se les hace una prueba de presión arterial anualmente.

  • Niveles de colesterol. A los adultos generalmente se les mide el colesterol al menos una vez cada cuatro a seis años. La evaluación del colesterol generalmente comienza a la edad de 20 años, aunque se pueden recomendar pruebas más tempranas si tienes otros factores de riesgo como antecedentes familiares de cardiopatía de inicio temprano.
  • Examen de diabetes tipo 2. La diabetes es un factor de riesgo para las enfermedades del corazón. Si tienes factores de riesgo para la diabetes, como tener sobrepeso o tener antecedentes familiares de diabetes, el médico puede recomendar una evaluación temprana. S i tu peso es normal y no tienes otros factores de riesgo para la diabetes tipo 2 se recomienda hacerte la prueba de detección a partir de los 45 años y volver a realizarla cada tres años.

Si tienes una afección como colesterol alto, presión arterial alta o diabetes, el médico puede recetar medicamentos y recomendar cambios en el estilo de vida. Asegúrate de tomar tus medicamentos como te los receta tu médico y sigue un plan de vida saludable.